Si bien el comercio internacional existe desde hace cientos de años y es una de las bases más importantes de la economía mundial, antes de que se generalizara el uso de los contenedores refrigerados o reefer el transporte de productos perecederos era mucho más riesgoso y costoso, y algunos productos frescos como la carne, los lácteos y las hortalizas sencillamente no podían enviarse a lugares remotos.
Sin embargo, desde la década de los setentas, gracias a la consolidación de las cadenas de frío ininterrumpidas y a los contenedores aislantes, es posible no solamente transportar a cualquier punto del globo mercancías frescas o congeladas garantizando su integridad y a costos accesibles, también perecederos delicados que no deben exponerse al calor pero tampoco al frío extremo, como las frutas y verduras.
Como puedes ver, en los tipos de mercancías, en la categoría de “productos perecederos” los hay que necesitan refrigeración, otros congelación y algunos simplemente una temperatura fresca y estable que no fluctúe drásticamente. En cada caso, los requerimientos específicos para asegurar una entrega en óptimas condiciones son distintos.
Si en tú empresa quieres comenzar a importar o exportar esta clase de productos, es importante que conozcas exactamente cuál es el procedimiento logístico adecuado de principio a fin, y qué tipo de contenedor refrigerado necesitas para minimizar cualquier riesgo sin gastar de más.
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¿Cuál es la importancia de los contenedores reefer en la cadena de frío?
Sin esta clase de equipos especializados y sin toda la logística y trasnporte asociada a ellos, sería mucho más probable que los productos transportados se echaran a perder o llegaran en malas condiciones a su destino, como ocurría frecuentemente en el pasado. Lo cual hoy en día no solo provocaría que se perdieran millones en mercancía, también que se deterioraran los vínculos comerciales de confianza entre importadores, exportadores y transportistas.
De hecho, cada país tiene sus propias regulaciones con respecto a la conservación de los alimentos, y tan solo en México es necesario cumplir con requerimientos de organismos como el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) o la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), por mencionar solo algunos.
No basta con que existan contenedores refrigerantes o aislantes, también es importante que la cadena de frío no se rompa en ningún momento. Antes de que la logística de la cadena de frío se estandarizada, los productos refrigerados o congelados frecuentemente experimentaban cambios abruptos de temperatura al ser manipulados de un contenedor a otro en las instalaciones del cliente, en el puerto de salida y el puerto destino y en las instalaciones del cliente, y aunque llegaran a la temperatura “correcta” eso no necesariamente significaba que llegaran en buen estado.
Cuando un producto perecedero gana temperatura, generalmente su composición química se ve afectada de forma irreversible, por lo cual no importa que lo volvamos a refrigerar, sus propiedades ya no son las mismas. Por eso es importante que no se rompa la cadena de frío y que podamos garantizar que el producto no sufrió alteraciones en todo el trayecto, ya que esto podría pasar desapercibido al firmar de recibido (porque la temperatura parece la adecuada) y luego provocar problemas con el consumidor final.
¿Cómo funciona la cadena de frío de los contenedores refrigerados o refeer?
Hoy en día es posible que muchos productos entren en la cadena de frío en el momento mismo en que son procesados o cosechados, por ejemplo en el caso del aguacate, que es una de las mercancías de exportación más valiosas y más delicadas. Asegurando que desde el momento mismo en que se cosecha el fruto se mantenga a una temperatura fresca y estable, se ahorran miles de pesos en pérdidas y el aguacate puede llegar en perfectas condiciones desde Michoacán a lugares tan remotos como Japón.
Los contenedores refrigerados generalmente están adaptados para el transporte intermodal y multimodal, es decir, que un mismo contenedor puede ser cargado en las instalaciones del proveedor, y transportado por carretera y/o por mar sin necesidad de ser abierto hasta que llegue a destino final.
Todos los procesos de carga y descarga deben de hacerse del modo más rápido posible, por lo cual los contenedores o espacios de almacén destinados a la mercancía ya deben estar despejados, desinfectados y preenfriados a la temperatura correcta; listos para recibir el producto y exponerlo lo menos posible a una ganancia de temperatura. Además, debe mantenerse una rigurosa revisión técnica de los equipos de enfriado, ventilación y cerrado hermético para asegurar que todo esté funcionando correctamente.
Un solo error o descuido en este proceso puede comprometer la seguridad de un cargamento de varias toneladas, representando enormes pérdidas para el importador o el exportador. Por eso un buen proveedor de servicios de transporte refrigerado siempre contará con el respaldo de un termógrafo y otros métodos de control, para demostrar que la temperatura a lo largo de todo el trayecto siempre fue la correcta aunque el contenedor tenga operadores distintos.
¿Cuáles son los distintos tipos de contenedores refrigerados o reefer?
Por regla general, este tipo de contenedores, ya sea que cuenten o no con sistemas activos para bajar la temperatura, por su aislamiento pueden mantener la temperatura en el interior con una ganancia máxima de 2° por día, siempre y cuando no se abran las puertas herméticas, pero muchos también cuentan con sistemas de refrigeración que se conectan a puntos de alimentación como generadores diésel en los remolques o tomas eléctricas en los barcos y muelles.
Los tipos principales de contenedores para mercancías perecederas son:
1.- Contenedores isotérmicos o aislados
En la gran mayoría de los casos en los que se necesita transportar mercancía perecedera, se utiliza un contenedor aislado con espuma de poliuretano, capaz de mantener la temperatura en el interior, pero no de enfriarse por sí mismo.
No requieren energía adicional pues están diseñados de tal manera que la ganancia de temperatura interior es mínima cuando se manipulan adecuadamente. Todas las paredes y componentes del contenedor están fabricados con materiales altamente aislantes que impiden que el calor del exterior ingrese al interior.
2.- Contenedor reefer con refrigerante consumible
Existen diversas formas que no dependen de corriente eléctrica externa para mantener la temperatura de la mercancía o para enfriarla, como el gas congelado criogénicamente, y los sistemas de hielo seco, que pueden proteger la mercancía hasta por treinta días o hasta que se termine la fuente de gas frío. Son las más comunes cuando se necesita impedir cualquier incremento pero no se cuenta con sistemas eléctricos de enfriamiento o modo de alimentarlos.
3.- Contenedores con refrigeración eléctrica
Los contenedores refrigerantes son unidades que al mismo tiempo evitan al máximo posible que suba la temperatura en el interior, pero que también pueden refrigerar activamente cuando se conectan a una fuente de alimentación externa. Normalmente cuentan con unidades de refrigeración extra a modo de respaldo.
Los sistemas de refrigeración fijos de estas unidades, como los compresores y evaporadores, se denominan “mochilas” o “clip on”, aunque algunos son internos y otros son removibles. Los reefer pueden mantener una temperatura de hasta -25°.
Generalmente se utilizan para cargas que son muy valiosas o delicadas y pueden echarse a perder fácilmente, por ejemplo los mariscos.
4.- Contenedores reefer especiales
Como ya mencionamos, las necesidades particulares de cada tipo de mercancía perecedera son extremadamente variables, por eso también existen contenedores especiales que no solo permiten controlar la temperatura en el interior, también factores como la ventilación y la humedad.
En algunos casos, especialmente cuando se transportan productos farmacéuticos o de laboratorio, es necesario mantener la carga a temperaturas que rondan los -60°. Obviamente, este tipo de equipo requiere de operadores altamente capacitados.
¿Cuáles son las características de los contenedores reefer?
Al igual que los contenedores estándar, los contenedores aislantes y los reefer vienen en tamaños de 20 y cuarenta pies, y “high cube”, que son más altos que los de 40 pies.
Los contenedores reefer están fabricados con materiales como el aluminio, la chapa de acero, la fibra de vidrio y el poliuretano para que su estructura sea ligera. La tecnología que los caracteriza no solo es la de sus componentes refrigerantes, también la de los sistemas que permiten que el contenedor cierre de forma completamente hermética.
¿Cómo comenzar a importar o exportar mercancía perecedera?
Cuando realizamos un traslado internacional de perecederos que necesitan algún nivel de refrigeración, no solo basta saber qué tipo de contenedor usaremos, también es súmamente importante garantizar que el transportista manipule adecuadamente la mercancía en todo momento, y por ello es muy recomendable contar con la confianza que nos brinda una agencia de logística con experiencia en esta clase de productos.
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